Enfrentarse a una derrama en la comunidad de vecinos nunca viene bien, dado que siempre suponen un importante desembolso económico. Además, no es igual tener que pagar 200 euros por vecino que tener que hacer frente a un gran desembolso de 5.000 euros. En esta guía analizamos algunas de las mejores fórmulas para hacer frente a las derramas y evitar impagos entre los vecinos.
¿Cómo hacer frente a las derramas de la comunidad de vecinos si no tengo todo el dinero?
Cada cierto tiempo surge la necesidad de hacer reformas o arreglos en un edificio, lo que se traduce en derramas para los vecinos. Por ejemplo, un bajo que tiene goteras, una reparación en el tejado, la instalación de un ascensor, la limpieza de la fachada, etc.
El problema es cuando las derramas llegan en un momento de apuros económicos y los demás vecinos las aprueban, aunque tú no quieras. ¿Qué hacer en esos casos? Lo cierto es que existen diferentes fórmulas para afrontar estos pagos sin poner en riesgo tus finanzas personales.
- Pago a plazos (algo cada vez más habitual): la primera opción que puedes probar es hablar con el presidente o el administrador de fincas de tu piso de Barcelona para acordar un plan de pagos que se adapte a tus necesidades. Muchas comunidades optan directamente por dividir la derrama en mensualidades (por ejemplo, en seis o doce cuotas, según la cantidad) para facilitar el pago a los propietarios. Esta alternativa no suele implicar el pago de intereses y es una forma de asegurarse de que los vecinos vayan a pagar, por lo que todos suelen estar bastante de acuerdo. Si necesitas más plazos, siempre puedes comentarlo.
- Préstamo personal: si la derrama es alta y no existe posibilidad de fraccionar el pago con la empresa, antes de no pagar tienes la opción de hablar con tu banco y solicitar un préstamo personal. Hoy en día, muchas entidades bancarias ofrecen financiación rápida para gastos domésticos o reformas, con plazos de devolución largos de 5, 7 o 10 años. Lo importante es que revises que los intereses son aceptables. En el caso de elegir esta opción, intenta saldar la deuda lo antes que puedas pagar pagar los mínimos intereses posibles.
- Anticipo de la nómina: si tienes la opción, puedes hablar con tu jefe y solicitarle un anticipo de la nómina. Si es algo puntual, no suele haber problema. Al final, hay gastos que surgen de imprevistos y siempre es mejor tratar de abonarlos a tiempo para evitar recargos. Aunque no es la más recomendable.
- Ayudas o subvenciones públicas: hay ciertas reformas en comunidades de vecinos que ayudan a mejorar la eficiencia energética, accesibilidad o rehabilitación de viviendas. Muchas de estas ayudas provienen de los fondos europeos Next Generation y pueden cubrir entre un 30% y un 80% del coste total de la obra, aunque su tramitación puede tardar varios meses.
- Utiliza tus ahorros o fondo de emergencia: si dispones de un pequeño colchón, es el momento de usarlo. Es normal que sientas que no tienes dinero suficiente, pero para eso está el colchón, para usarlo frente a imprevistos.
Las derramas no siempre son un gasto, también son una inversión
Para motivarte, debes tener en cuenta que la derrama no debe ser vista únicamente como un gasto más, dado que en muchos casos puede ayudar a revalorizar la vivienda. Entonces, puedes cambiar el chip y tratar de verlo como una inversión, porque ayuda a llevarlo lo mejor posible.
Si ves que no puedes hacer frente al pago, lo ideal es que seas transparente con el presidente o con el administrador de fincas para gestionarlo. Seguro que entre todos es posible encontrar la mejor fórmula para evitar un impago.

