En el momento de alquilar una vivienda, puede que sea el propietario el que no cumpla con su parte según lo estipulado en el contrato de alquiler.
Si es el propietario el que incumple el acuerdo de arrendamiento, el inquilino está en su derecho de hacer valer sus derechos. Veamos cómo puede incumplir el propietario el contrato y cómo puede proceder el inquilino. ¡Sal de dudas!
¿De qué forma puede incumplir el contrato de alquiler un propietario y qué se puede hacer?
El propietario puede incumplir el contrato por numerosas razones. Cuando se habla de incumplimientos de contratos de alquiler, puede venir por cualquiera de las dos partes, ya sea por parte del propietario como del inquilino.
En el caso del propietario, puede incumplir lo pactado en el contrato por razones diferentes, como por ejemplo:
- Acceso no autorizado a la vivienda: aunque siga siendo su casa, el propietario no puede entrar a la vivienda que tiene alquilada y mucho menos sin el permiso del inquilino o sin haberle avisado. En el caso de querer acceder a la vivienda, deberá avisar al inquilino con al menos 48 o 24 horas de margen. Y ojo, solo por motivos válidos como para hacer una reparación.
- Falta de mantenimiento de la vivienda: si el propietario no realiza las reparaciones necesarias en la propiedad para mantenerla en buen estado, puede afectar a la propia habitabilidad del inmueble. Es más, una propiedad mal mantenida puede ser incluso peligrosa para los inquilinos, por lo que si el propietario ignora sus obligaciones de mantenimiento el inquilino puede poner fin al arrendamiento.
- Temas económicos: el incumplimiento del contrato por parte del propietario también puede deberse a motivos financieros. Por ejemplo, al querer subir el alquiler cuando no está reflejado en el contrato o incluso si no quiere devolver la fianza porque considera que el inquilino ha dejado desperfectos.
- Querer echar al inquilino para alquilar o vender: otro motivo que puede llevar al propietario a incumplir el contrato es echar al inquilino para alquilar o vender la vivienda. Lo cierto es que no puede finalizar el contrato por este motivo, sino que tiene que esperar a que se acabe o hablar con el inquilino y negociar otra solución.
Estos son solo algunos ejemplos de posibles conflictos con el propietario que pueden dar lugar a un incumplimiento de contrato. Por eso es importante que el inquilino sea consciente de que ciertos hábitos o comportamientos no son legales o no se pueden tolerar, porque darían lugar a un incumplimiento del contrato.
No obstante, antes de nada es importante revisar bien el contrato. Por eso jamás se debe firmar directamente, sin leerlo detenidamente, para ver las obligaciones del propietario. A partir de ahí, si la vía amistosa no funciona, se puede tirar por lo legal.
¿Qué hacer frente a estas situaciones?
Lo ideal es tratar de buscar una solución amistosa. Sin embargo, no siempre es fácil. Si el diálogo fracasa, entonces lo mejor es tratar de buscar algún tipo de ayuda o asesoramiento legal, para que como inquilino puedas hacer valer tus derechos.
Normalmente, por la vía amistosa no suele haber problema y suelen resolverse así la mayoría de los conflictos, sobre todo porque al propietario tampoco le interesa que el problema vaya a más ni que entren abogados en juego. Pero si nada funciona, sí sería importante hablar con un abogado.
¿Te ha quedado alguna duda sobre cómo lidiar con estas situaciones? Aunque no tiene porqué ocurrir nada, es importante estar preparado, para saber a qué hacer frente a estas problemáticas que están a la orden del día y que pueden producirse en cualquier momento.